Alimentación de los osos
Aunque todas las especies de osos, incluyendo los osos negros y pardos, pertenecen por denominación a la orden Carnivora, se trata en realidad de animales omnívoros que se alimentan de plantas, insectos, peces y animales.
Los osos pasan la mayor parte de su tiempo en busca de nuevos hábitats a lo largo del año, alimentándose de insectos, vegetación y otras fuentes más disponibles (aunque más bajas también en calorías). Los alimentos vegetales constituyen la mayor parte en la dieta de un oso (en ocasiones hasta un 90 por ciento).
Pescado y carne, fuentes importantes de proteínas y grasas
Sin embargo, el pescado y la carne también son fuentes importantes de proteínas y grasas, aunque la mayoría de los osos que habitan en áreas no costeras dependen de la carroña (incluidos los animales asesinados durante el invierno).
Otros úrsidos, no obstante, se convierten en depredadores muy eficaces de alces recién nacidos, ciervos o caribúes. Otros viven en áreas donde el salmón, las truchas y demás peces desovan durante una buena parte del año.
Dieta de los osos
Cuando los osos salen de sus guaridas en la primavera, la comida es escasa. Estos animales se encontrarán hambrientos, y la mayoría de los árboles y arbustos no brotarán hasta el próximo mes. Adicionalmente la hierba que crece en las elevaciones bajas apenas ha comenzado a mostrarse, y por tal razón, durante esta época del año, los osos pueden ser encontrados forrajeando en las laderas orientadas al sur, donde pueden encontrar bayas hibernando o algún que otro cadáver de alce o ciervo asesinado durante el invierno.
Los primeros pastos verdes brotan a menudo en los bordes de arroyos o en los prados de humedales abiertos, lo que también hace que estas áreas sean atractivas para los osos. En el caso de los osos pardos, con garras largas y poderosos hombros, estos también podrán excavar en busca de raíces ricas en nutrientes, así como bulbos de lirios en los glaciales y otros alimentos que contengan almidón.
En lo que respecta a los osos costeros, sobre todo a lo largo de los valles fluviales de poca elevación, estos se alimentan de raíces de col fétida y juncias, o en algunos casos, de cadáveres bien curados de salmón que hayan muerto el otoño anterior tras el desove. Debido a que la comida es relativamente escasa durante la primavera, los osos continuarán perdiendo peso hasta bien entrado junio.
Alimentación vegetariana
A medida que la capa de nieve disminuye y los días se alargan, la nueva vegetación comienza a brotar. Durante este tiempo, los osos buscarán los primeros de estos brotes en praderas húmedas y a lo largo de arroyos y ríos, en las laderas, en los bosques de álamo y a lo largo de los bordes de los pantanos.
Los ejemplares que viven cerca de las zonas de actividad humana, se encuentran a menudo pastando en la hierba de los campos de golf, las pistas de esquí, los parques y otros espacios urbanos. A lo largo del verano, estos animales también pasarán una gran cantidad de tiempo escarbando en busca de hormigas y larvas de escarabajo en los troncos caídos.
Dieta de arándanos y otras bayas
Más tarde, a finales de julio o principios de agosto, con la primera maduración de los arándanos y otras bayas, los osos pasarán a dedicar su tiempo explorando y recolectando estos alimentos ricos en nutrientes. En los alrededores del Parque Nacional Banff (Alberta, Canadá), los osos pardos han dejado registros de haber devorado más 200 000 bayas en un solo día. De la misma manera, en las zonas urbanas, los osos pueden ser encontrados alimentándose de los árboles frutales y arbustos de bayas.
El otoño es un período crítico para los osos negros y pardos, pues entrarán en el estado de hiperfagia y tratarán de adquirir la mayor cantidad de grasa posible para afrontar el largo letargo invernal. Tras la primera helada pesada, las cosechas de bayas sucumben y las fuentes de alimentos empiezan a escasear.
Alimentación de peces en desove
Los osos, particularmente las especies costeras, se alimentarán de las grandes concentraciones de peces en desove. En otros lugares, estos animales podrán contar con zonas verdes o raíces, que a menudo persisten cerca del agua. Además, también vagarán ampliamente en busca de restos intestinales y animales heridos abandonados por los cazadores.
Más tarde, tanto los osos negros como los pardos se retirarán a sus madrigueras de invierno durante los meses de noviembre y diciembre cuando la nieve comience a acumularse, o en el caso de las zonas costeras, cuando las lluvias invernales comiencen a arreciar.
Osos sin necesidad de hibernar
En las latitudes más bajas y en los climas más cálidos, los osos no necesitan hibernar, puesto que la comida se encuentra disponible prácticamente todo el año. De hecho, muchos osos urbanos no hibernan y en cambio se acostumbran a que las personas le provean de suministros necesarios para el invierno (alpiste, alimentos para mascotas o basura).
Durante el período de hibernación, los osos no suelen tomar o comer, aunque se han observado algunos ejemplares abandonando temporalmente su guarida durante el invierno para alimentarse de animales congelados por el invierno.
