Oso grizzly de Alaska
El oso grizzly de Alaska (Ursus arctos alascensis) fue identificado como una subespecie del oso pardo o grizzli por C. Hart Merrium en 1896.
Hábitat
Este animal se puede encontrar en la mitad sur de Alaska, en la región Norton Sound, desde las colinas Unalaldik y Shaktolik, al sur sobre los ríos Nushagak y Kuskokwim, hasta Chinitna, en la ensenada de Cook.
Características
El grizzli de Alaska suele ser de un color marrón oscuro, pero su coloración puede variar de rubio a negro.
Tiene una cara ligeramente cóncava y una joroba distintiva entre sus hombros, a menudo de un color grisáceo a la luz. Sus garras delanteras son notablemente más largas y hay una gran variación en los tamaños de sus ejemplares, dependiendo de su suministro de alimentos en el área que habitan.
Así, los osos del interior tienen alrededor de dos tercios del tamaño de los osos costeros e insulares. Los machos adultos pesan entre 300 y 900 libras (136-409 kilogramos), mientras que las hembras se hallan con pesos entre las 200 y las 450 libras (91-205 kilogramos).
Asimismo, los adultos miden por lo general entre 3 y 4 pies de altura hasta los hombros (0,91-1,21 metros).
Dieta
Después de la hibernación, el grizzli de Alaska se alimenta de la vegetación y los animales que murieron durante el invierno. Ingieren plantas, hierbas, juncias, raíces, tubérculos, semillas, bayas, salmón, y pequeños mamíferos.
También, puede ir a la caza de presas como alces y caribúes.
Ejemplares de esta especie pueden alimentarse en grupos grandes cuando la comida es abundante.
Cría e hibernación
Los osos de Alaska usualmente hibernan desde octubre o noviembre hasta abril o mayo, aunque las hembras pueden no emerger con su descendencia hasta finales de junio.
Las hembras en estado dan a luz a entre uno y cuatro cachorros en los meses de enero o febrero. Estos cachorros permanecen con su madre durante un máximo de dos años.
Alrededor del 25 por ciento de los machos adultos permanecen activos durante todo el invierno, sin hibernar en absoluto.
Estado de conservación
El promedio de vida de estos osos es de 20 a 30 años en el medio silvestre. Los más longevos registrados fueron un macho de 38 años y una hembra de 39.
La caza de esta subespecie es permitida pero está estrictamente regulada. La entidad de Pesca y Caza de Alaska solamente emite 325 permisos de caza anual, a unos cinco mil nativos de la península. Asimismo, regula que todos los no residentes que vayan a cazar se acompañen por un guía profesional.
Las licencias de caza no residenciales tienen un monto de 10 mil a 15 mil dólares, lo que garantiza que como resultado de estas políticas, sólo alrededor de 160 osos mueran anualmente.
De esta forma, la población de estos animales en Alaska se considera estable, a diferencia de otras muchas subespecies de osos, en franco peligro de extinción por las acciones humanas, como la caza furtiva e ilegal, y la fragmentación del hábitat natural del animal producto de la deforestación, que provocan la disminución numérica de las poblaciones.
