Oso tibetano

Oso tibetano

El nombre científico del oso negro asiático (Selenarctos thibetanus) literalmente significa "oso de la luna del Tíbet", de ahí que mayormente se le reconozca como oso tibetano. La mención a la luna en su nombre se debe a la gran marca amarillenta que presenta en su pecho, similar a la fase creciente de la luna.

Otro nombre por el que se hace alusión a esta especie es oso negro del Himalaya.

Hábitat

El rango del oso negro asiático es muy amplio y se propaga a través de la parte sur de Asia, desde Pakistán, a través de la parte norte de la India, hasta el sur de China. También se puede encontrar en el noreste del gigante asiático, Taiwán, Corea, Japón, y el sur de Siberia.

El oso tibetano que habita en Taiwán es conocido como el oso negro de Formosa y el de Japón es nombrado en ocasiones como oso negro japonés.

Esta especie en su conjunto prefiere las zonas montañosas boscosas y los bosques tropicales húmedos. A veces, se puede encontrar en elevaciones de hasta 13 mil pies (tres mil 962 metros). Sin embargo, se traslada a elevaciones más bajas cuando el clima se torna muy frío.

El territorio de un ejemplar es por lo general menor a 0.5 millas cuadradas, dependiendo de cuán abundante sea o no el suministro de alimentos.

Oso negro asiático

Se dice que los osos tibetanos son nocturnos en la mayoría de las regiones, y que pasan el día durmiendo en cuevas o árboles huecos. Salen por la noche para alimentarse pero en otras áreas se ha registrado que pueden ser más activos durante el día.

Muchos de los osos de la especie en las regiones del norte se sabe que hibernan durante el invierno.

Características

Los osos negros asiáticos son considerados como osos de tamaño "medio" con cuerpos masculinos que van desde 50 hasta 77 pulgadas de largo (1,25-1,93 metros) y un peso que puede variar entre las 220 y las 440 libras (100-200 kilogramos). Las hembras son más pequeñas, con un peso entre las 110 y las 275 libras (50-125 kilogramos).

Este animal tiene un espeso pelaje negro con una gorguera melena igual de espesa alrededor de su cuello. Además de la luna amarilla en el pecho, tienen un color marrón o bronceado en el área bucal y una barbilla blanquecina. Sus orejas son bastante grandes y se encuentran bastante apartadas una de la otra. Sus garras son cortas, pero muy fuertes para trepar a los árboles.

Los ejemplares de la especie, a diferencia de los osos negros americanos, son mucho más propensos a entrar en contacto con los seres humanos. Debido a esto, es que son conocidos por ser mucho más agresivos. De hecho, hay numerosos registros de ataques a humanos y asesinatos.

Dieta

Como la mayoría de otros osos, el oso tibetano es omnívoro, alimentándose tanto de la vegetación como de otros animales. Su dieta incluye frutas, hierbas, miel, frutos secos, invertebrados, aves, peces, roedores y carroña. Aunque las carnes son una muy pequeña parte de su dieta, se cree que es más carnívoro que el oso negro americano.

Selenarctos thibetanus

Cría

La hembra del oso tibetano alcanza la madurez sexual aproximadamente a los cuatro años de edad. El apareamiento de la especie tiene lugar en distintos momentos del año, dependiendo de la región.

El período de gestación varía entre siete y ocho meses y al igual que con otros osos, puede producirse un retraso en la implantación del embrión.

Los cachorros de tibetanos permanecen con su madre durante unos dos años o hasta el siguiente ciclo de reproducción.

Estado de conservación

El oso tibetano está catalogado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (UICN). También está protegido como resultado de los intercambios de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

No obstante, esta especie todavía es muy apreciada en el mercado negro. A menudo son cazados por sus vesículas biliares para obtener la bilis y usarla en medicamentos. Además, se ven amenazados por la caza furtiva y la destrucción de su hábitat por la deforestación.

Los ejemplares de osos tibetanos han vivido hasta 32 años en cautiverio, no muy distante del promedio de vida en la naturaleza, que se cree que es de 25 a 30 años.

Compártelo en tu red social: