Los osos pertenecen a la familia de mamíferos carnívoros conocida como Ursidae. Con un peso medio de 500 kilogramos y una altura que puede rebasar el metro y medio de longitud, estos animales son realmente impresionantes.
Resulta curioso que, a pesar de su enorme cuerpo, los osos posean extremidades cortas. Además, la cola, los ojos y las orejas también son de tamaño pequeño. Durante su desplazamiento, estos animales apoyan toda la planta del pie (plantígrados), y en cuanto a su dentadura, esta se ha adaptado a lo largo de los años para una dieta mayormente de tipo vegetariana.
El tamaño promedio de un oso es de un metro y medio, siendo el oso polar macho el más grande (2.5 metros aproximadamente con un peso promedio de 525 kg), mientras que el oso Sun Bear asiático apenas alcanza los 1.20 metros de longitud con tan solo 46 kilogramos de peso. Por lo general, los osos son animales de carácter solitario.
La dieta del oso es bastante variada. Generalmente son de tipo omnívoros, o sea, que se alimentan tanto de vegetales como animales. Algunas de sus comidas preferidas son las semillas, frutas, pasto, terneros, peces, larvas de insectos, miel, huevos, nueces, tubérculos y algunos mamíferos pequeños. Gracias a sus poderosas garras, los osos pueden destrozar a sus presas con facilidad.
Algunas especies como el panda gigante, se alimentan mayormente de bambú, insectos, vertebrados y carroña. Por otra parte, el oso polar es la especie más carnívora, integrando su menú con morsas, peces, focas, restos de ballenas y aves.
Entre los cuatro y nueve años de edad, los osos machos alcanzarán su madurez sexual, mientras que las hembras podrán hacerlo mucho antes. Este hecho también depende de la especie y las condiciones del medio. En algunas ocasiones, cuando un ejemplar adulto macho desea aparearse con una hembra, podrá ser capaz de asesinar a sus crías jóvenes con tal de copularla.
El proceso de alumbramiento tomará lugar durante la etapa de hibernación. En este tiempo, los osos se ocultan en sus guaridas para protegerse del frío y nunca salen a comer o beber, e incluso, pueden disminuir el ritmo de su corazón. Generalmente, una hembra dará a luz a uno o dos cachorros que se alimentarán de la leche materna hasta que posean dientes.
Oso pardo: Se ubica en gran parte de Norteamérica, así como Europa y Asia. Puede alcanzar los tres metros de longitud y llegar a pesar cerca de 780 kg. Generalmente son de color marrón oscuro o gris.
Oso negro: Comprende dos subespecies, el americano y el asiático. El primero, llamado también oso baribal presenta tonalidades muy variadas en su pelaje que van desde el blanco puro hasta el negro, el rubio y el canela. En cuanto al oso negro asiático u oso tibetano, es propio del Sureste asiático y posee una mancha blanca característica en forma de V sobre su pecho.
Oso malayo: De corto pelaje, negro y con una mancha peculiar en el pecho que puede ser blanca o amarilla, el oso malayo es oriundo del Sureste asiático y se considera un animal muy intrépido.
Oso bezudo: Con un hocico prominente, el oso bezudo puede ser encontrado en algunas regiones tropicales de Sri Lanka y la India. Es un oso de lentos movimientos y con sus labios es capaz de atrapar y sorber las termitas que forman parte de su dieta.
Oso de anteojos: Se conoce además como ucumari, debido al diseño tan peculiar que presenta entre sus ojos figurando un par de anteojos. Habita en Bolivia y parte del Perú hasta Venezuela y Panamá.
Oso panda gigante: De color blanco excepto en sus orejas, ojos, patas y hombros, este oso de gran aspecto se considera una especie amenazada. Habita a grandes altitudes en los bosques chinos.