Especies de osos extintas

Especies de osos extintas

Las evidencias encontradas sobre las especies extintas de osos nos revelan que compartían grandes similitudes con los úrsidos modernos. Desafortunadamente, hoy en día no podemos más que contar con un par de fotos y algún que otro resto fósil de estos animales tan asombrosos. Te mostramos a continuación un breve resumen de aquellas especies más relevantes de osos que alguna vez habitaron nuestro planeta.

Oso de hocico corto de Florida

El oso de hocico corto de Florida fue originalmente llamado Arctodus floridanus por el paleontólogo americano James William Gidley en el año 1928. Más tarde, fue asignado al género Tremarctos por el paleontólogo Bjorn Kurten en 1963, tomando el nombre definitivo con el que le conocemos actualmente: Tremarctos floridanus. Este oso vivió desde hace unos 4.9 millones de años atrás hasta hace unos 8000 años. Su pariente vivo más cercano es el oso de anteojos en Sudamérica.

Hábitat: El Tremarctos floridanus fue nativo de América del Norte. Algunos fósiles han sido hallados al sur de la capa de hielo continental de la Florida, al norte de Tennessee, al oeste de California y al sur de México.

Características: Su tamaño era muy similar al de un oso pardo mediano, siendo los machos capaces de pesar hasta 650 libras (294,8 kilogramos) y las hembras aproximadamente la mitad. Además, poseían una constitución robusta, con la frente en forma de cúpula, el cuello alargado, extremidades también más alargadas y pesadas, y las patas cortas. Curiosamente, estos animales también guardaban grandes similitudes físicas con el oso de hocico corto europeo.

Oso de hocico corto de Florida

Dieta: Se cree que el Tremarctos floridanus poseía un régimen de alimentación herbívoro.

Extinción: Murió al final del último período glacial o última era del hielo, hace aproximadamente unos 8000 años, y debido posiblemente a los cambios climáticos, la competencia con otras especies y la caza por parte de los paleoindios.

Oso panda gigante enano

El oso panda gigante enano (Ailuropoda microta) evolucionó a partir del panda primario (Ailuropoda lufengensis) hace dos o tres millones de años atrás. Se trata de la especie más antigua del género Ailuropoda, dentro de la cual también podemos encontrar al oso panda gigante que conocemos en la actualidad. En el año 2005 fue encontrado en una cueva kárstica de China un cráneo fosilizado de panda gigante enano, lo que permitió corroborar que estos animales vivían en los bosques tropicales de bambú cerca de las tierras bajas al sur de China, mientras que el panda moderno de la actualidad se restringe a bosques más remotos y montañosos debido al aumento poblacional de la zona. El panda enano podía compararse con un perro obeso, y era capaz de medir 3 pies de largo o 91.44 centímetros (aproximadamente la mitad del tamaño del panda actual). Los rentos dentales hallados indican además que el panda enano también poseía una dieta basada enteramente en el bambú.

Oso marino tirano

El Ursus maritimus tyrannus fue reconocido como la primera subespecie de oso polar en 1964 por Björn Kurtén. Los fósiles fueron encontrados en las gravas del río Támesis, justamente en el puente Kew de Londres, Inglaterra. Se cree que estos animales evolucionaron hace 250 000 a 100 000 años atrás, cuando un gran número de osos pardos siberianos quedaron separados por los glaciares.

Hábitat: El hábitat de los primeros osos polares comenzó en la región que ocupa hoy el sur de Inglaterra y la costa norte de España. A medida que avanzaban más al norte, se fueron adaptando a las duras condiciones climáticas del Ártico.

Características: El marino tirano era notablemente más grande y más parecido al oso pardo que el actual oso polar. Su estructura ósea era similar a la de los osos pardos, solo que mucho más grandes. Estos animales midieron cerca de 6 pies (1,8 metros) de altura, más de 12 pies (3,6 metros) de longitud, y poseían un peso de 2500 libras (1133,9 kilogramos), lo que lo convierte en el mamífero terrestre más grande que haya existido alguna vez.

Dieta: Aunque la dieta de este oso polar no es muy conocida, podemos asumir que comenzó siendo bastante similar a la del oso pardo siberiano, hasta volverse muy parecida a la del oso polar moderno (adoptando una dieta más especializada y carnívora). Su tamaño y fuerza habrían permitido a este animal derribar grandes animales como los búfalos y mamuts lanudos. Sin embargo, también habrían sido capaz de ahuyentar a cualquier depredador de su presa, lo que podría haberlos convertido además en carroñeros.

Evolución: El oso marino tirano era esencialmente una subespecie de oso pardo con muchas características similares. Se cree que este grupo de osos siberianos a partir del cual evolucionaron, disminuyeron rápidamente en número como resultado de presiones selectivas, lo que permitió la supervivencia solamente a aquellos ejemplares capaces de adaptarse a los cambios del entorno. Para adaptarse en el Ártico, estos osos desarrollaron una piel densa, blanca y aceitosa, con la cual lograron camuflarse y repeler el agua. Su dieta carnívora les proporcionó una capa de grasa corporal que contribuyó al aislamiento de las bajas temperaturas y la flotabilidad. Por otra parte, sus patas se hicieron más grandes y parcialmente reticuladas, lo que les sirvió para desplazarse a través del agua. Para emitir el menor calor posible, las orejas y la cola también se hicieron más pequeñas. Con el tiempo, estos animales evolucionaron en los osos polares modernos que conocemos en la actualidad.

Oso marino tirano

Kolponomos, osos marinos

Kolponomos era un género de osos marinos que existió hace aproximadamente 20 millones de años durante el período del Mioceno. Existieron dos especies conocidas del género (Kolponomos clallamensis y Kolponomos newportensis), siendo encontradas todas las muestras en rocas cercanas a la costa marina. Un cráneo parcial y una mandíbula fueron hallados en la Península Olímpica de Washington en 1960 por el paleontólogo Rubén Un Stirton, quien describió la especie por primera vez como un “prociónido marino”. Sin embargo, otro espécimen encontrado en dos piezas cerca de Newport, Oregón en los años 1969 y 1977, demostró que el género se encontraba relacionado con los antepasados de los osos. En cuanto a sus características, el Kolponomos poseía un hocico corto con amplios y pesados molares que habrían sido idóneos para una dieta compuesta por invertebrados marinos de caparazón duro.

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